Autores: Diego García Viana y David Jiménez López
El 28 de febrero de 2019 tuvo lugar la presentación de los resultados de la actividad llevada a cabo por los estudiantes de tercer y cuarto del Grado en Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y realizada con motivo del pasado Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018.
En una serie de posters, los estudiantes han reflejado qué contempla la Psicología del patrimonio, centrándose en aspectos como las conductas del ser humano con los bienes culturales, los vínculos afectivo-emocionales con los objetos o los procesos de educación patrimonial. En este sentido se han centrado en su aplicación en al caso de los museos.
También han querido conocer qué hace un psicólogo en un museo. Desde hace más de 100 años los psicólogos son una parte esencial para comprender el comportamiento de los visitantes de un museo, contribuyendo al diseño de las exposiciones para que sean más accesibles, comunicativas, democráticas e inclusivas, todo ello entendido desde el contexto de innovación constante al que se enfrentan estas instituciones culturales.
Al mismo tiempo, los estudiantes han querido entender cómo influye el patrimonio en la formación de la identidad de las personas, favoreciendo la cohesión familiar, la comunicación positiva, la mejora de los procesos de aprendizaje e intercambio entre culturas. Las características físicas de la exposición influyen en la experiencia que proporciona el museo, el espacio también proporciona una interacción dinámica con lo expuesto, generando a su vez diferentes tipos de experiencias en base a las vivencias previas de cada individuo. El museo es también un lugar que favorece la inclusión social de aquellas personas con discapacidad física, sensorial y cognitiva.
Por último y no menos importante, la relación del patrimonio con la salud y la calidad de vida de las personas es también uno de los temas que ha quedado reflejado en estos posters. La Psicología, dentro del estudio de las experiencias culturales, entiende como necesario el tener en cuenta los beneficios para la salud que proporciona la participación e interacción con el patrimonio cultural. Para poder entenderlo, los estudiantes de Psicología han querido recoger estudios que confirman esta premisa, visitar muesos o exposiciones mejora el bienestar de las personas en comparación con las que no lo hacen.